- Pasa un hielo con tu boca por todo el pecho, detente un rato en el pezón, no tanto. Luego sopla con tu aliento cálido para que sienta el contraste en la temperatura.
- Puedes también usar aceite o menta para que ella sienta ese delicioso contraste. Ella puede hacerte lo mismo pues tus pechos son igual de sensibles que los de ella.
- Trabaja también en la aureola, los puntitos en ella tienen pelitos que los hace un excelente punto de excitación.
- Ensalada de frutas o cualquier clase de frutas, postres, o licores pueden ser servidos en los pechos, pezones, abdomen, espalda u otras partes del cuerpo con resultados sorprendentes. ¡ Solo mantén el azúcar lejos de la vagina!
- Recuerda que no siempre el pezón está duro y quiere decir que ella está excitada, puede que esté duro por el frío, por los nervios, o por disgusto. Así que pregunta si le gusta lo que le estás haciendo y observa.
- Hay mujeres a las que no les gusta para nada que juegues con sus pechos. Por eso es importante que leas su cuerpo mientras la descubres. Habla con ella de lo que le gusta y disgusta, y si no has tenido tiempo de hacerlo pon atención a sus reacciones.
- ¡No tengas miedo! Que no se te olviden los pechos durante el sexo. Recuerda que le estás haciendo el amor al cuerpo entero.
- Y finalmente, cuando ya has terminado de hacer el amor dales una última caricia tierna.
Recuerda que no solo estás para dar placer, en todo este proceso tú también debes disfrutar de cada caricia, de cada roce, de su sabor...
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