martes, 5 de abril de 2011

impulso sexual II

Estos fenómenos se producen por afluencia de sangre a los genitales. Y el latido, de que hablamos en la mujer se extiende a todos sus genitales, e igualmente a los genitales del hombre como la próstata, las glándulas accesorias al aparato genital, vesículas seminales, pene y esfínteres. Todo está latiendo, y ello cuantifica el impulso sexual.
Los factores que inciden sobre el impulso sexual se pueden diferenciar en factores que lo producen o generan, factores que lo condicionan y factores que lo modulan o disparan.. Estos factores, que producen o generan los impulsos sexuales, son todos componentes del cuerpo y son los mismos tanto en hombres como en mujeres,, a pesar de la diferencia de los aparatos genitales.
Los sistemas y aparatos involucrados, en este impulso, son el sistema nervioso central, específicamente el cerebro y el hipotálamo, el sistema endocrino, con la producción de hormonas, moduladora del funcionamiento de los ovarios en la mujer y de los testículos en el hombre y que dan tendencia al impulso sexual.
El desencadenamiento del proceso se inicia en el cerebro; allí se genera el deseo sexual. Las hormonas que se disparan constituyen el "cimiento" del impulso. La congestión o vasodilatación o aflujo sanguíneo a la pelvis y su consecuencia, la erección en el hombre, y la lubricación en la mujer producen los "latidos" a que aludíamos debidos a la mayor afluencia de sangre.
La congestión de los genitales, es el destino final de todo este proceso funcional que denominamos impulso sexual..
Mujeres y hombres pueden sentir solo el "latido", " es una necesidad o urgencia" y lo sentimos en mayor o menor grado durante el periodo sexual activo.
Los factores que condicionan el impulso sexual, introducen variaciones en el mismo, pero no lo modifican, por ejemplo, la educación, condicionan esta respuesta.. Existen una cantidad de hechos educativos ligados a la sexualidad y que condicionan la manifestación de este impulso, sobre todo en la mujer; le otorga el permiso para la libre expresión, o restricción de su sexualidad en la vida adulta.
La religión, las costumbres, el marco legal y la diversidad de ellos, condicionan las pautas de respuesta, pudiendo inhibirla o liberarla. Dentro de este marco, se debe significar que todos estos factores hacen que la persona se vuelva administradora de sus impulsos sexuales, y en ello el proceso educativo es determinante, porque el impulso "está presente" y es fuerte. Pero el proceso educativo ayudará a las personas a administrar su sexualidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

un blog vive de tus comentarios.