como actuan los hombres y las mujeres III

Señoras: Los hombres pueden acostarse con una libertina, pero es raro que se casen con ella. No llevarán a casa de mamá a un gato salvaje o a una neurótica rematada.
Para los hombres, el tipo físico varía. No todos los caballeros las prefieren rubias.

La belleza es una cuestión de proporciones.
"Usted" puede pensar que su nariz / trasero / pechos son

demasiado grandes / pequeños. No preste oídos a su neurosis, o a sus amigas, que sutilmente tratan de menoscabarla o le mienten para minar su autoestima.
Hágase unas pocas fotos con ropas ajustadas; guárdelas en un cajón durante una semana, luego vuelva a mirarlas. Su reacción inmediata será probablemente la correcta.
Comprenda que los hombres son víctimas de una fuerte compulsión.
Cualquier" mujer puede resultar atractiva para "algún" hombre. Usted sólo tiene que ponerse en su camino. Quedarse en casa, mantener siempre el mismo círculo de amigos, seguir la misma rutina, no la ayudarán. Vaya a los sitios donde haya hombres del tipo que usted desea... y mírelos.

Señores: Ustedes deben dar la impresión de ser seguros, saludables, poderosos (y sensibles con ellas en privado).
Si no tienen estas cualidades, fínjanlas. Las mujeres necesitan ver que hay potencial, y el origen de la palabra potencial es el latín "potentia", que significa poder.
¿Cómo puede usted saber si una chica está interesada en usted?
Ella lo volverá a mirar. Trate de sonreír. Si ella le devuelve la sonrisa... ¡lo habrá conseguido!
Es mentira que los hombres "consiguen" a las mujeres cazándolas.
Las mujeres evalúan a los hombres, y luego les dan a los muy tontos el visto bueno. Usted sólo necesita la confianza suficiente como para acercarse y decir "hola".
Si se le ocurre algún comentario ingenioso, hágalo. Si no puede, simplemente sonría. Salude. Haga una pregunta oportuna. Luego escuche lo que ella tiene para decir. Lo cual, si a ella le ha gustado usted, será muchísimo.
Por último: NO lo piensen demasiado. Nos sentimos atraídos por cierto tipo de personas, aquellas con las cuales podemos hacer mejores bebés: más fuertes, más sanos, más inteligentes, mejor adaptados al entorno. Otros tipos "no casan" con nosotros, aunque podamos reconocer que son intelectualmente atractivos.
Es una cuestión de corazón, de tripas, y de partes que están más abajo. La mente simplemente da su consentimiento a una decisión que el cuerpo ya ha tomado.
La pena no es que usted no encuentre a su media naranja:
la pena es que usted no se ponga a disposición de su destino
ni viva la vida en plenitud. ¡A por ello!