sexo en la cocina

Otra postura muy apta para la cocina es la postura sexual del abrazo. En este caso se puede introducir una modificación. En lugar de que tu chico te sujete, puedes sentarte encima de una mesa o de la encimera y rodearlo con tus piernas. Lo ideal es que tu vagina quede a la altura de sus genitales para facilitar la penetración. El contacto físico es total y permite las caricias.

Para poner en práctica esta postura hay que tener cerca una mesa y añadir una modificación. Ideal para las mujeres a las que les cuesta llegar al orgasmo, la postura del 'Tornillo' es ideal porque presiona el clítoris mientras la vagina es penetrada.

Para ponerla en práctica, debes tumbarte al borde de la mesa con las piernas flexionadas a un costado del cuerpo. De esta manera el clítoris queda atrapado entre los labios de la vagina y hace que la penetración sea más placentera. En este caso, en lugar de que tu chico se arrodillo, debe penetrarte de pie.

Si tenéis una silla en la cocina, cogedla de soporte para poner en práctica la postura sexual de 'la Doma'. Íntima y sensual, esta postura es muy romántica en la que no solo hay un directo contacto visual sino que permite las caricias.

Para ponerla en práctica, debes sentarte encima de tu chico. Lo más excitante es jugar con el contacto de los genitales antes de la penetración. Así se asegura un orgasmo más intenso y placentero.

Para cocinas pequeñas basta con apoyarse en el mármol o encimera para dar rienda suelta a la pasión. Para los amantes del sexo salvaje, la postura sexual de 'la Sorpresa' es ideal para estimular el punto G como nunca. Esta postura limita la abertura de la vagina y provoca una sensación de estrechez cuyo resultado es de lo más placentero. A tu chico seguro que lo vuelve loco, pues el campo visual le resultará de lo más excitante ya que podrá ver cumplidas sus fantasías sexuales de dominación.

Para llevarla a cabo tu chico de pie, te coge por detrás, tomándote por la cintura y te penetra. Mientras, tú, deberás ir inclinándote hacia delante apoyando tus manos en el suelo, aunque siempre puede apoyarte en la encimera.. Experimentarás un placer de alto voltaje gracias al limitado ángulo de abertura de la vagina y a la estimulación del clítoris