La edad despierta cambios y el hombre no es la excepción ¿sabes
como se transforma década a década? Es tu oportunidad para saber esas cositas
que tu pareja ni siquiera se daba cuenta de por qué le sucedían... Con el pasar
del tiempo los hombres presentan cambios en su forma de ser actuar, verse y
sentirse, conquistar, querer y hacer el amor… Los hombres a cualquier edad lo
hacen con el cerebro, parte de su corazón y en un gran porcentaje por sus
instintos.
A los 20: Cantidad más que calidad
Según muchas mujeres y hombres, los 20 son
la edad de la exploración, la inocencia, y todavía la inexperiencia que se
mezcla con la dulzura, la coquetería y la curiosidad.
Cuando un hombre está en este período se
enamora fácilmente, pero su amor se enfrenta a su “urgencia genital”, por eso
casi siempre los veinteañeros están tratando de tocar, abrazar, besar, a sus
parejas, empujando a que todo contacto físico termine siempre en la cama.
Buscan convertirse en don juanes, pues
mientras más mujeres estén en su lista de conquistas más hombres se sienten,
consiguen ser “admirados por sus amigos”, y creen que son mejores amantes, pues
sienten que el sexo es la máxima expresión de su hombría.
Son víctimas de la idea de que los hombres
siempre deben estar dispuestos a tener sexo, y no se sienten capaces de
rechazar a una mujer cuando se les “ofrece”. Por eso muchos recuerdan que a esa
edad, alguna vez tuvieron sexo con alguien que ni siquiera les gustaba.
A los veinte años la mayoría de hombres no
distinguen entre el amor y el sexo, los ven como la misma cosa. Por eso
también son víctimas de su juego, cuando mujeres más liberales hacen el amor
con ellos, viven esto como una aventura y se alejan sin remordimientos.
Entonces su ego es lastimado, y entran en crisis.
Por otro lado, los hombres de esta edad
son los más solicitados por las llamadas mujeres maduras, que en su mayoría de
casos se transforman en verdaderos retos para ellas, en verdaderos alumnos
hambrientos de aprender los secretos y tácticas sexuales.
Los hombres a esta edad creen que
"sexo" son solo las relaciones sexuales vaginales, ellos no
consideran el sexo oral como "sexo" Esto no es sorprendente, porque
así es como nuestra cultura ha definido el sexo. La masturbación y el sexo
oral, son consideradas prácticas preliminares a una relación completa y no
actos eróticos dotados de un placer propio.
Además, un fenómeno muy común a esta edad
es la eyaculación precoz. Este problema está más relacionado con la novedad y
la premura por hacer el amor, de enfrentarse a una pareja nueva o hacerlo en
una situación distinta.
A los 30: han ganado experiencia, pero…
Los hombres a esta edad han evolucionado…
podría decirse que tienen todo para que ser los perfectos amantes: experiencia,
un buen estado físico, niveles hormonales ideales, y a esto se suma que muchos
ya tienen acumulados una serie de logros en sus profesiones o trabajos…
entonces viene el pero: tienen un ego demasiado grande.
A esta edad las quinceañeras y
veinteañeras solicitan mucho a los especimenes de esta edad, entonces los
alumnos se vuelven maestros en la cama. Esto los vuelve víctimas de su
narcisismo, se sienten como Superman a la hora de hacer el amor, pero según
ellos porque aunque saben un sinnúmero de poses sexuales, pero todavía les falta
ese algo adicional que significa entender al sexo como algo que va más allá de
la capacidad de llegar y de producir un orgasmo en su pareja.
Ahora viene lo positivo de aquellos que
están pasando por los 30: su experiencia los hace hombres muy sensuales, que
saben conjugar su físico con lo intelectual a la hora de conquistar.
Esta sensualidad se transforma en absoluto
erotismo a la hora de ir a la cama. Ellos buscan con su pareja explorar y
experimentar con sus cuerpos y sensaciones para conseguir un mayor placer.
Ahora ellos también tienen el poder de
decir no, de escoger con quién quieren tener sexo… ya no buscan hacerlo con
todas las que se le pasan por en frente. Además se permiten ser conquistados y
rompen con la idea de que los machos, activos, conquistan y “hacen” mientras
que las hembras, pasivas, se dejan seducir y se dejan “hacer”.
Nuevas poses, nuevas zonas erógenas se
descubren, se experimenta con juguetes sexuales, todo aquello que les permita
dar y recibir placer. Ahora todo es permitido y todo sirve para esto.
Si antes era cantidad ahora viene el ciclo
de calidad; pero en este punto de sus vidas se ven invadidos por la enfermedad
de la actualidad, pues le ataca el stress como el enemigo del sexo hace
su entrada en sus vidas, con la amenaza de hacer del sexo un acto rutinario.
A los 40: No solo hacen el amor… dejan que
se los hagan…
El llegar a los cuarenta para muchos
hombres es señal de seguridad pues los años muchas veces avalan una mayor
experiencia que la que tenían a los 30.
Los cuarentones son hombres muy
atractivos, como Tom Cruise o Brad Pitt, y otros que incluso que ya entraron en
los 50’s como Bruce Willis o Russell Crowe, porque proyectan seguridad a toda
prueba y solo con una mirada ya saben decir a una mujer que es lo que quieren
con ella.
Desde el punto de vista físico, la fuerza de las contracciones
durante el orgasmo en hombres de esta edad, eran tan fuertes o más que los de
veintitantos.
Los hombres maduros desean experimentar diversos estados de
excitación, distintas situaciones sexuales, que le hagan el amor además de
hacerlo él... nuevos tipos de sensualidad, nuevos usos de su cuerpo, de los
olores, sabores. Y también desean excitación emocional, encuentran placer en el
placer que siente su pareja.
Pero también hay el otro lado, muchos de ellos son también
víctimas de la edad y de una cultura que cree que la erección y la penetración
son sinónimo de sexo exitoso.
Y esto se pone en evidencia con quienes utilizan Viagra, que ahora
no son solo los hombres mayores, pues un gran número de compradores de este
producto son hombres de 20 y 30 años, chicos que quieren tener una erección sin
fin…
Por esto, los hombres que no están seguros
de si podrán seguir cumpliendo con su labor de penetración a la hora del sexo,
se ponen a buscar jovencitas, de las que asumen no tienen mucha experiencia
como para que se den cuenta de sus problemas sexuales, y para hacerles creer
que son los mejores amantes del mundo. En los 30 las jovencitas los
buscaban, ahora ellos, los viejos verdes, las buscan. Hombres que aunque
no son viejos en edad biológica su mente cerrada los convierte en prisioneros
de las erecciones de su pene, impedidos de explorar las mil y un formas de
sentir placer.
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